En Lisboa, como en otras ciudades, por necesidades de
transporte y velocidad, o quizás también por observar a la gente, me atrae el metro.
Una obsesión recalcitrante hace que una cámara me acompañe casi siempre, y no dudo en disparar ya que veo
algunos detalles que me agrada captar.
Una vez de regreso a casa, en los buscadores de la web, compruebo que he utilizado uno de
los metros más singulares del planeta.
Está considerado como uno de los mejores proyectos de tratamiento artístico de espacios públicos en Portugal (Wikipedia)
Está considerado como uno de los mejores proyectos de tratamiento artístico de espacios públicos en Portugal (Wikipedia)
Ahí va una modesta aportación fotográfica, ya que sería recomendable (a pesar del
encanto de los tranvías) dedicarle otra parcela de tiempo en una próxima
visita.